Interconectados by XVII Karmapa Ogyen Trinley Dorje

autor:XVII Karmapa Ogyen Trinley Dorje [Ogyen Trinley Dorje, XVII Karmapa]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Espiritualidad, Filosofía
editor: ePubLibre
publicado: 2017-06-30T16:00:00+00:00

7. La auténtica libertad

La libertad es una idea muy potente, pero no estoy seguro de que tengamos muy claro qué queremos decir cuando hablamos de ello. ¿Significa hacer lo que queramos en cualquier momento? ¿Quiere decir disponer del poder y la libertad de ejercer nuestra voluntad sin obstáculos? ¿Evoca un estado en el que nos hemos deshecho de toda obligación respecto a los demás?

Muchas de nuestras nociones sobre la libertad están implícitamente basadas en la idea de que somos entidades totalmente autosuficientes y separadas. Ese modelo nos lleva a sentir que las demandas de los demás respecto a nosotros están socavando nuestra libertad. Experimentamos las relaciones como ataduras que nos amarran y limitan nuestra libertad. Basándonos en ello, damos por sentado que todos no podemos ser libres, pues la libertad de una persona es a costa de la de otra. Si creemos eso, no es de extrañar que la gente a menudo intente dominar y oprimir a otros. Se trata de una idea que acaba apareciendo en las conversaciones sobre la libertad: la idea de que la libertad es, en cierta manera fundamental, un recurso limitado, porque una persona que ejerza su libertad está limitando la capacidad de otra de ser libre. Pero no es así. La libertad es un juego en el que nadie gana ni pierde.

Es posible y realista que cada persona experimente verdadera libertad. La razón por la que no hemos conseguido que así sea es porque carecemos de la comprensión de lo que es la auténtica libertad y cómo alcanzarla. Para distinguir la búsqueda egoísta del interés propio de la búsqueda de la auténtica libertad necesitamos sabiduría.

Cuando a veces oigo a la gente hablar de libertad, me suena como un anhelo de vivir la fantasía de ser individuos independientes y totalmente autónomos, liberados de consecuencias y responsabilidades, es decir, exentos del principio de interdependencia; pero tal cosa no existe. No podemos existir fuera de la causalidad o fuera de las conexiones de interdependencia; por tanto, la libertad no puede ser cuestión de escapar de esas conexiones.

Solo la libertad desarrollada sobre la base de una visión realista de quiénes somos y cómo nos relacionamos con los demás puede ser auténtica, y ampliada universalmente a todos. Si reconocemos nuestra interdependencia y tenemos en cuenta los vastos sistemas de interconexiones en los que nuestras vidas y actos están integrados, veremos que nuestra propia libertad es inseparable de la de todo el resto de personas. Cuando realmente apreciamos este hecho, experimentamos libertad interdependiente, una libertad que no disminuye la de los demás. Esa es la libertad que todos podemos disfrutar juntos sin conflicto.

Las condiciones internas de la libertad

La libertad no llega desde fuera. Aunque las condiciones externas desempeñan un papel, no es ahí donde se origina la libertad. Esto podría sonar un tanto retrógrado, pero la auténtica libertad surge inicialmente de condiciones internas. Sus raíces más profundas están dentro de nosotros.

Casi siempre que hablamos de libertad, lo que en realidad tenemos en mente son las manifestaciones externas de libertad. Ese podría ser el error más grave que podemos cometer en nuestra comprensión de la libertad.

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